Son muchos los momentos que hemos compartido desde aquellas primeras charlas en Marruecos. Comenzando por allí, todavía recuerdo los momentos más importantes de fatiga y cómo supiste conectar con todos nosotros a pesar del cansancio.
Después de aquel tan maravilloso viaje, pudimos conectar en Madrid y en la UC3M. Conseguí que vinieras a mi colegio de la infancia a aportar tu granito de arena. Eso es algo que no voy a olvidar nunca.
Luego, encontrarnos por los pasillos de la universidad, en los que siempre me hacía la misma pregunta después de hablar: ¿Cómo sería dar clase con Carlos?
Eres una persona con unas ganas de coger el toro siempre por los cuernos, dispuesto a ayudar a todo el mundo y a despejar los pájaros de la cabeza en los momentos más difíciles (recordando tus vídeos de la cuarentena). Muchas felicidades y muchas gracias por este gran camino andando, y por lo que queda todavía.